sábado, 23 de julio de 2011

El profesor Susodicho


Se queda mi amigo ensimismado buscando entre las academias donde pueda convertirse en un ministro puntero. Hay que ver la de cosas que se pueden estudiar hoy en día. Pero las más interesantes no están. Y claro a una mente inquieta como él eso no se le pasa desapercibido.
¿Porque no puede unos ser pirata? ¿o astronauta? ¿O indio apache? ¿Porque narices no puede uno estudiar para ser Centurión o Sabio distraido de la NASA?

 Me lo comenta hastiado. ¿Cuando van a abrir en nuestra ciudad una academia para estudiar cosas con futuro y que le dejen a uno presumir?
- ¿Que yo que soy?, Mi querido señor conde, yo soy director de orquesta, y arqueólogo bizantino, o bizarro aventurero y apuntador a ratos libres. O palanganero acupuntor...
-Pues no esperes a que el destino te alcance -le digo- sal tú a su encuentro.
Me mira con cara de perdiz pocha, o sea que no me entiende.
- Pues que si no ponen ninguna academia para estudiar eso, ¡Ponla tú, Alma de cántaro!

 Ha visto la luz, se le ilumina el rostro y me mira. Descubro anonadado que estoy ante el profesor Susodicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario