martes, 6 de agosto de 2013

Anatomia de Susodicho


Susodicho ha encontrado un trabajillo para las tardes.
El jueves se despertó antes de tiempo y se fue a dar una vuelta. Se paso por el hospital y vio un cartel de "Se necesita cirujano, preguntar por el señor Paco." Preguntó por el señor Paco y lo han contratado. Está a prueba, pero se le ve animado.
El viernes hizo dos trasplantes y una trepanacion, y el sábado operó de amígdalas dos veces a una señora muy pesada. Se metió en el quirófano a las nueve menos cuarto para hacer un bypass a un señor con bigote, lo anestesió con ese salero que tiene él para sus cosas. Abrió al señor del bigote y sacó lo que no le gustaba, que si una arteria con pinta de estar pasada de fecha, que si un calculo mal hecho, que si una costilla poco hecha... lo estaba poniendo en una bandejita para que no se le líen las cosas cuando sonó la sirena del cambio de turno. Se quiso quedar para rematar la faena, pero le dijeron que no pagan horas extras. Recogió sus cosas y se vino para casa. Ya acabará el lunes.

Le han puesto una becaria nueva. Es muy guapa, pero tiene pinta de puta (Yo creo que hasta ejerce) (Que hasta ejerce de puta, digo) (Digo que creo) (Yo, que digo que creo yo que que ejerce de puta, ella) El caso es que con la ley antitabaco habían quitado los ceniceros de los quirófanos y la becaria es rebelde (Yo creo que es rebelde y puta). Y o bien por rebeldía o porque no puede estar sin fumar, fuma en las operaciones sin cenicero ni nada y el otro día se le cayó la ceniza dentro del bazo de un señor calvo y Susodicho se puso echo un basilisco de siete suelas y le dijo algo así como;
- "¡Jolines con el tabaquico hija!
La becaria, que es pelirroja (pelirroja, rebelde y puta) se puso colorá, colorá, colorá. Se quitó el mandil de operar y lo tiró encima del bazo del señor.
-"Pos ahora vas y acabas la operación tu solo, so cirujano" -le dijo.
Y se marchó a llorar a la playa.
Ese día vino ahito, cabizbajo y pensativo. Se comió un kilo de helado (estaba de oferta en el Carrefour) y se durmió.

 Al día siguiente se la encontró en la sala de preoperatorio.
- "Esto no puede seguir así" -le dijo con voz trémula -"creo que estoy embarazada, de cinco o seis meses" - dijo ella... espera... ¿o fue él? es que como ando tan liado, a veces me confundo... dijo uno de ellos.
- Pero si no nos hemos acostado ni nada -dijo él.
- Pero alguna vez lo haremos -dijo ella.
- Pero... -dijo él.
- No me quieres, no me quieres, oh...¡! -dijo ella.
- Es que yo.. no se.. -dijo él.
- ¡Oh..! -dijo ella. Cogió su toalla y se fue a llorar a la playa.



Lo llamó con urgencia el jefe de neurología hepática asistencial, que debe ser muy importante porque está muy gordo.
- Señor mio -le dice eso a todo el mundo porque no se acuerda de los nombres- he sido informado de que ha seducido usted a una becaria pelirroja, rebelde y con fama de puta.
- No si yo... no se... como soy nuevo...
- ¡Que no se vuelva a repetir!
Y se vino para casa a comer helado.
Al día siguiente no fue a trabajar porque no tenia ánimos y aun quedaba helado.
Cuando volvió se tuvo que enfrentar con su destino. Fue llamado con urgencia por el director supremo del turno de tarde y este le pidió explicaciones por su ausencia. Le enseño el justificante que le habia hecho:

"El cirujano Susodicho no pudo ir a trabajar ayer porque se encontraba enfermo.
Su papá"

Volvió a sus operaciones y se enfrento a un trasplante de tetas y a dos trepanaciones, pero estaba muy nervioso y acabó trepanandole una teta al anestesista. Menos mal que no se lo tomó a mal, que sino. igual le riñen.
Se encontró con la becaria, venia bronceada y lo miró con ojos llorosos. El la miró con sus ojos (de la cara) y se puso lloroso también. Se miraron con ternura y su fueron, cada uno a lo suyo.
 Recibió una misiva misteriosa. Estaba en su taquilla, muy bien dobladita y ponía "misiva", para que no hubiera confusiones de ninguna clase. No ponía nada mas, pero estaba hecha en un tono amenazador y chulesco. A Susodicho no le gustan las chulerías, las chucherías si, pero ya le hemos explicado que no es lo mismo. Así que tomo la misiva y se fue a buscar a la becaria. La encontró en una calleja de los suburbios haciendo balancear su bolsito calle arriba y calle abajo, calle arriba y calle abajo...
_ ¿Que significa esto? - Le espetó así, como espeta él, poniéndose muy flamenco.
- Nene, ¿subimos? - Le re-espetó ella.
 Se hizo un silencio sepulcral. Ella era pelirroja y puta (aquí, me van ustedes a perdonar, pero no había duda ninguna), pero no era rebelde. No era rebelde. No era becaria y le asomaba un apéndice por la minifalda.. ¡No era ella!!!
- No, perdone. Que me he dejado las gafas de cerca encima del piano (mentira repugnante, no tiene gafas de cerca) y como ya es tan tarde...
- Nene, ¿subimos?
- No, es que tengo vértigo...
- Nene, ¿subimos?
Y se marchó y la dejo con la duda reconcomiendola en la distancia.

 Al día siguiente, se la cruzo en el pasillo (A la becaria pelirroja, rebelde y puta), lloraba.
- Hola -le dijo él.
- ... -lloró ella.
- Oye, tu no me mandarías esta notita... -dijo él sacando la misiva.
-... -lloró ella con mas desconsuelo.
- Es que me han puesto esta misiva en la taquilla, que yo no soy taquillero ni nada, pero hija, van y me la ponen y a ver que va a hacer uno.
- ...es que yo te quiero, cirujano de mis entretelas, pero como soy tan pelirroja... -dijo ella moqueando con fruición entre hipos nerviosos...
¡¡¡ATENCION ATENCION TODOS LOS CIRUJANOS A SUS PUESTOS!!!! HA HABIDO UN CHOQUE DE TAXIS Y HAY QUE ATENDER A LOS HERIDOS. -Tronó en aquel instante preciso el servicio megafónico del hospitalillo.
 Ambos, conscientes de su obligación marcharon raudos a la zona de urgencias.
A los pocos minutos empezaros a llegar ambulancias, la mayoría venían con heridos. A Susodicho le asignaron un señor que con el impacto se he habían caído las gafas y había que reimplantarselas. Lo llevaron a su quirófano, donde ha puesto unos cuadros muy bonitos donde sale él con Marta Sánchez (Foto trucada, diga él lo que diga, porque ella está a color y el en blanco y negro y vestido de arbitro), otra que sale en el balcón con el Papa (que yo creo que tampoco es de verdad) y otra con Obama, vestidos ambos de caperucitas (que yo creo que es trucada también, pero vamos...)
La becaria lo acompañaba. Al principio aprovechaba para tocarle las manos al pasarle el instrumental, pero luego se entretenía mas de la cuenta en esos roces inocentes, y acabó por hacerle manitas ya de forma descarada.
- No, si es que... es que... -le dijo él, intentando hacer un corte oblicuo en el hemíptero subcutáneo transversal.
- ... -dijo ella, poniéndose a llorar.
- No, si es... es que...
- Pues te doy un beso -dijo ella, y se arrebató a la lujuria y se monto encima del paciente para besarlo.
 El fue mas rápido, se apartó y ella se cayó de boca. Aprovechando que tenia los artes de operar en las manos le cosió la boca en un pis pas antes de que se levantara.
Y aquí termina este capitulo. Mañana  (o pasado, o cuando me acuerde) mas.


Continuará...