domingo, 14 de septiembre de 2014

Se acerca el invierno.

Susodicho Stark envainó la espada y se encaró con el posadero, poniendo una moneda en el mostrador.
- Mujeres y vino hasta que se acabe el duro.
El posadero cogió la moneda y la miró con desconfianza.
-¿Qué clase de moneda es esta? No es ponienti, no bravosi, ni...
- Es un duro de Franco, que también es una moneda antigua, -le dijo el aguerrido mozalbete- que os creéis que lo sabéis todo y no sabéis nada, So posadero.
Sus compañeros se rieron de su brabuconada y mataron a tres o cuatro parroquianos que había por allí.
- Cantemos alguna canción de guerreros, mientras bebemos, para parecer más machos, propuso uno de ellos, al que llamaban José Ignacio, el Comepollosasados, por su bravura en el combate con lanza
- Ja ja ja, - Respondió el que era conocido como Albertito, el Repipi, por su bravura en el combate con hacha, y empezó a entonar- La Loles tenía un conejo...
- Esa canción es de muy mal gusto - les interrumpió una voz de pito desde la penumbra.Quedaron en silencio, mirando al lugar de donde procedían aquellas palabras. Quien había hablado era un hombre con barba, dos brazos acabados en manos y dos piernas en la parte de abajo. Iba ataviado con una armadura muy limpia y había dejado encima de la mesa un espadón de tamaño familiar. Era un hombre muy grande. El posadero había tenido que romper el techo para que cupiera sentado. Mediría unas cuantas varas y algunos metros.



- ¿Quien osa decir que "El conejo de la Loles" es una canción vulgar? -bramó José Joaquín Espatarruets, apodado el decano circunflejo por razones que nos son del todo desconocidas, que había estado mirando a otro lado y no había visto al autor de las palabras -A ver ¿Quién ha sido el guapo?
El comepollosasados le dio con el codo y le señaló en la dirección apropiada.
- ¡Hostias! -exclamó el Decano circunflejo- una marranada es lo que es, y ni rima ni nada.
El hombretón se encaró con ellos.
- Mi madre se llamaba Romualda y tenía una granja de conejos en Poza de la doncella. Pero los Lanister abrieron un asador de pollos enfrente y se vino la ruina...
- Los putos Lanister.
- ¡Que cabrones!
- Si es que son...
- ¡Hay que ver!
- ...pero luego le compraron la granja a mi madre y se volvió rica, y a se compró un castillo.
- ¡Unos santos estos Lanister!
- Buena gente
- A mi el enano me cae más bien...qué majo es el cabrón.
- Y desde entonces -sentenció el hombre de talla superior- lucho por los Lanister y me dedico a matar a todos los Starks que encuentro. ¿Habéis visto a alguno por aquí?
- Que va -le contestó Susodicho Stark- no se les ve ni nada a esa gente que dice usted, señor, ¿verdad chicos?- les preguntó a sus amigos queridos del alma, pero estos se habían ido a la otra punta de la posada, para no molestar, y no parecían estar muy atentos a aquella conversación.
- ¿Va a querer usted otra ronda, señor Susodicho Stark? -le preguntó el posadero en ese momento a Susodicho - es que ya se ha acabado el duro, y como me dijo que hasta que se acabara y yo no quiero molestar, pues por eso se lo decía.
- Ummmhhhh....así que es usted un Stark, ¿no?
- ¿Yo? que va hombre, son bromas que nos gastamos, que va...
- ¿Y ese lobo, que es el emblema de los Stark, que lleva usted cosido en la camisa?
- ¿Un lobo? ja ja ja, no, no. Es un perro perdiguero, que se me perdió uno la semana pasada y me lo he cosido ahí, por si alguien lo encuentra que lo reconozca.



- ¿Y ese emblema de "I LOVE STARKS" que lleva en la capa?
- ¿Eso? Una apuesta que hice con un amigo, ya ve usted, que me dijo que si no era capaz, y yo le dije que sí, y el que no y al final... pero para ganar la apuesta, no se crea usted, que a mi no me gustan ni nada. Yo soy del Desembarco del rey Futbol Club de toda la vida.
- ¿Y esa etiquetita que lleva usted en el pecho que pone "Susodicho Stark le da la bienvenida a Invernalia, que es la tierra de las flores, de la luz y del amor"?
- ¿Eso? Eso es que tengo un sobrino...
- Maese Susodicho Stark -le interrumpió el posadero otra vez- que si les pongo una ronda a sus amigos.
- Ummmhhhh... - murmuró el hombretón- aquí hay algo que no me encaja, en este ejemplar del "Interviu de Invernalia" -dijo sacando una revista del zurrón- detrás del reportaje de la ama de cría de Sansa Stark en pelotas, hay una entrevista a un tal Susodicho Stark, un tío muy feo y con gafas, como vos, que dice ser... a ver... "...yo soy la hostia, pero en bonito...y a los Lanister me los meriendo de tres en tres...la reina Cersei es en realidad un tío..." ...ummmhhhh... aquí: "...todos los simpatizantes de los Lanister son mariquitillas, y cuanto más grandes sean mas mariquitillas son, y si alguna vez me encuentro a alguno en la posada de la Font del cat, donde voy a beber con mis amigachos y a cantar canciones de los Starks, le meto una paliza que lo dejo baldao, al gilipoyas, ni que la madre tubiera una granja de conejos ni nada, que hay que ser imbecil..." ummmhhhh...¿esto no lo ha escrito usted?



- ¡Que va, hombre! Si ni es mi letra ni nada, ahora verá...posadero, trae útiles para escribir.
Trajo el posadero una libra de papel, lapices de grafito sin pulir, varias estilográficas, algunas máquinas de escribir de la época, varias plumas de diversas aves y una garrafa de tinta de manteca de cerdo, que era, a la sazón, la mas celebrada de las tintas en uso.
- Mirad, mirad -Dijo Susodicho Stark, apodado el fantasmilla de la Font del cat por sus alegres amigos- ¿Veis? no es mi letra.
- Ummmhhhh -dijo el inmenso hombre- pero las os ambos las habéis hecho redondas.
- Bueno, eso sí, es una costumbre del norte, pero observad como mi O mayúscula es mucho mas mayúscula que esa otra O, que parece un cero de lo birria de O que es.
- Eso sí es verdad.
- Claro, hombre.
- Pues entonces nada, me iré a buscar Starks por otra parte. Con las ganas que tenía yo de matar alguno hoy.
Y se marchó el gigante.